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08.12.2021 Retos

¿Puede la bioeconomía ayudar a afrontar los futuros retos medioambientales? Objetivo carbono cero en 2050: ¿utopía o desafío?

Reducir la huella de carbono sin perder competitividad parece a primera vista incompatible. Y sin embargo el sueño de un mundo con carbono cero es el reto económico y social del mañana.
 

Habla Christophe Rupp-Dahlem, presidente de la agrupación Industry Agro Resources (IAR) y director de Asuntos Públicos Globales del Grupo Roquette.

La conciencia colectiva está llevando a las industrias a comprometerse con una transición ecológica: de la biomasa a la bioeconomía, el crecimiento verde constituye un reto de futuro para el planeta. En el centro de las políticas energéticas, la descarbonización parece haberse convertido en un objetivo global.

La sustitución de componentes petroquímicos por recursos renovables es un proceso sujeto aún a limitaciones económicas, pero que podría responder a las ambiciones futuras.

La Industry Agro Resources (IAR) tiene gran peso en la bioeconomía francesa e incluye entre sus 450 miembros a líderes mundiales en la producción y procesamiento de biomasa como el Grupo Roquette, pionero en la investigación de proteínas vegetales.

Acompañar a los actores en sus proyectos de innovación a favor de la bioeconomía es la misión del área de IAR en el que Christophe Rupp-Dahlem trabaja desde hace más de diez años. El presidente de la agrupación define la bioeconomía como el conjunto de actividades de producción y transformación de la biomasa para las industrias alimentaria, industrial y energética.

Del campo al consumidor, las materias agrícolas se transforman en numerosas soluciones para aplicaciones de nuestra vida cotidiana. Aunque la química vegetal existía mucho antes del descubrimiento del petróleo, parece que poco a poco va recuperando su lugar en la industria como respuesta a los retos climáticos.

Hoy día cada vez más empresas buscan reducir su huella de carbono utilizando moléculas de origen biológico, aunque el precio sigue poniendo freno a su desarrollo.

Entre los 17,5 millones de personas preocupadas por la bioeconomía en Europa, el mercado de la transformación de alimentos representa por sí solo el 50% del volumen.

Otros sectores, como el cosmético o el farmacéutico, se están desarrollando a partir del uso de la biomasa, sustituyendo componentes controvertidos o creando productos diferenciadores que ofrecen nuevas propiedades.

Aunque aún no se ha alcanzado el objetivo de producir el 20% de los productos químicos con recursos renovables, las tendencias son optimistas, sobre todo en los mercados de especialidades, donde se están desarrollando nuevas aplicaciones como pinturas y barnices. Mientras, los productos de origen biológico se ven favorecidos por la introducción de leyes que regulan el impacto medioambiental.

Como productor de fluidos de proceso y miembro activo de la IAR, Climalife permanece a la vanguardia de la investigación de moléculas de origen biológico: de la betaína a la fermentación de plantas en sus formulaciones, Climalife puede atestiguar hoy el creciente interés de los clientes por sus productos más especializados.

La descarbonización: ¿motor de crecimiento y rendimiento?

Ahora que los recursos fósiles empiezan a escasear, la utilización de la biomasa no solo permite preservarlos, sino que incluso podría contribuir al rendimiento de las industrias.

La eficiencia energética, el control de costes, la diversificación de productos y el desarrollo de la economía circular son formas eficaces de ganar competitividad.

Es decir, ahora que muchas empresas se comprometen con una hoja de ruta de carbono cero, se presenta un futuro sostenible intensificando la investigación en biotecnologías industriales, procedimientos mucho menos costosos en consumo de energía y por tanto más favorables al ciclo de vida de un producto.

Es fundamental invertir en innovación para preparar las moléculas del futuro y trabajar codo con codo para convencer a los mercados y alcanzar un mañana marcado por productos de origen biológico, con mejor huella de carbono que los basados en el petróleo.

El desarrollo del mercado de origen biológico está sin duda ligado aún al precio del petróleo, pese a que todavía falta encontrar la combinación adecuada entre costes de inversión e impacto ambiental.

«El reto del mañana para la industria es aprender a aplicar la descarbonización tratando de limitar las emisiones de CO2 asociadas al uso de la energía y a los procedimientos de transformación.» Christophe Rupp-Dahlem